Profe de uni a los 27, anécdotas y dramas

Profe de uni a los 27, anécdotas y dramas

Primera parte del chisme que probablemente desarrolle más adelante.

Ser profesor de universidad no es fácil, si eres una intensa como yo lo es menos; la pasión es desbordante por comunicar las maravillas del mundo natural y como convergen con el diseño industrial en una metodología que implica sí, investigación científica.

Quejas, dramas y reproches fueron el diario vivir durante el primer parcial pues, los queridos alumnos de Diseño no querían leer sobre biología:

"¿De qué me sirve si yo voy a diseñar?"

"Miss, esto es too much, osea, no entiendo, ni al caso con el diseño aprender sobre insectos, además guácala ya les vió lo ojos?"

Notarás por el lenguaje que mis alumnos eran parte del 1% de la población nacional, alumnos de universidades privadas con los top ranking: Tec de Monterrey, CEDIM School of Design y Universidad Marista.

Además de tener un bebé de 8 meses que todavía tomaba pecho, estaba terminando el Master in Sciences of Biomimicry en modo remoto en Arizona State University y debía atender a los más de 100 alumnos quejumbrosos de la excelente calidad de su plan de estudios.

Ja! Lo que no sabían es que mi matrimonio se venía abajo y compartir mi pasión por el mundo natural me mantenía a flote, por lo cual invertí toda mi paciencia y amor en reconciliarlos con la naturaleza y enamorarlos de la investigación científica.

Terminaron fascinados con los bichos, corales, hongos, bacterias y demás organismos que tuvieron que investigar para sus proyectos finales de Biodiseño y Cambio Climático, los alumnos de moda desarrollaron piezas centradas en la Biofilia durante la pandemia e incluso combinaron Biofilia (no es lo que piensas, googlealo y ve que es algo decente) con Diseño Centrado en el Usuario.

Fue divino, neta, no exagero, la alumna que tiraba las pilas a la basura y literal me odiaba por enseñarles investigación científica terminó con una de las mejores investigaciones, a continuación fotos de mis alumnitos.